Malditas máquinas, maldito progreso.
Malditos seres irresponsable sin respeto a la vida.
Por pequeña que fueras, noche mía, vales más que cualquier amasijo de hierro, caliente y humeante.
Aunque de humilde casta, noche mía, tuviste para mí más valor que cualquier frío e ignorante corazón.
Ayer hizo una noche preciosa y la luna vino a buscarte. Te llevó a ver las estrellas. Por eso ayer no dormí. Te esperaba y no llegaste.
Noche mía, noche estrellada.
Siempre brillarás en mi corazón.
Te quiero.
Estoy acongojada, Olalla, no comprendo como un ser tan bonito puede ser asesinado vilmente.
ResponderEliminarMucho ánimo, él estará con las estrellas y la luna, sus ejecutores ojalá se pudran en el infierno.
Mil besos y mucho ánimo!
Se me ha encogido el corazón Olalla, lo siento muchísimo :(
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