Presentación León el Britano

Los protagonistas:

León y Claudia son la antítesis de la sociedad Romana. 

León representa a la parte cruel, no porque él lo sea, sino  porque sufre su dureza. No es un gladiador corriente, sino el campeón de Roma. Un hombre tan apuesto como frío, cuyo único objetivo es ganar su libertad para regresar al norte de Britania, donde allí no es un esclavo sino un príncipe. Pero una grave lesión le impide luchar en la arena y se ve obligado a vender sus favores sexuales a las damas acaudaladas de Roma. Tras una velada con Drusila, su principal clienta, conoce por casualidad a Claudia, una inocente doncella patricia que lo confunde con su prometido. En un principio, León seguirá dando pie al malentendido por curiosidad, y porque sabe que jamás volverá a ver a la joven, pues pertenecen a mundos distintos. Pero el destino se empeña en que los dos sigan coincidiendo y acaben enamorados. Él es un hombre que, aunque obligado por las circunstancias, se rige por unos valores muy sólidos. Es justo, noble y leal. Un hombre que lo dará todo por su amada, incluso renunciará a su libertad por ella.

Claudia es absolutamente opuesta. Ella representa la luz de Roma. Es una muchacha de alta cuna, educada, buena, inocente, aunque también inteligente y muy cultivada. No ha conocido jamás la crueldad del mundo que la rodea, pues siempre han vivido entre algodones. Pero cuando conoce a León, su mundo se tambalea hasta los cimientos. A su lado conocerá el amor y la pasión, pero también descubrirá las cloacas de su amada ciudad y de lo que ésta es capaz de hacer con los más débiles y desamparados.

"Ante la cándida reacción de ella, León quedó como suspendido entre el placer más exquisito y el miedo más insondable. Ya lo había intuido, pero en aquel momento constató, por su juventud, porte e ingenuidad, que era doncella bien educada y de buena cuna. Una clase de mujer con la que jamás había tenido el más ligero contacto. Pero eso lo atrajo de la misma forma en que lo repelió. No porque fuera ella inaceptable, sino porque él sí lo era."

La ambientación:

Adoro la Roma antigua, por su historia,  su arquitectura, su arte, sus grandes filósofos y pensadores, y sobre todo, por lo que supuso esa antigua civilización para el mundo moderno. El legado de Roma está presente en cada instante de nuestras vidas, gastronomía, política, aunque a veces no seamos conscientes de ello. Por otra parte, siempre me fascinaron sus contrastes. Los romanos fueron capaces de hacer las cosas más maravillosas, los edificios más hermosos y sublimes, tuvieron políticos carismáticos, y por contra, fueron asimismo capaces de los actos más despreciables. Esa fascinación da pie a la creación de mis dos protagonistas. Cada uno de ellos representa esas dos facetas de la antigua Roma. Y tras mucho pensar, escogí época de Nerón porque marca el punto álgido de esta diferencia, entre progreso y crueldad.

A destacar:

León sin duda es el alma de la novela, y eso se nota en los comentarios que me están llegando. León enamora por su nobleza, por su compromiso, por su valentía. Él es capaz de hacer cualquier cosa, pero lo hace todo por amor. León ama a Claudia por encima de sí mismo, incluso es capaz de sacrificarse por ella. A pesar de estar cubierto de estiércol, logra salir limpio de él para convertirse en un verdadero héroe.


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